Putin vs rap

Si algo nos ha enseñado la historia es que un chivo expiatorio es la solución ideal cuando no hay culpable claro de lo que se quiere condenar pero si las  ganas de ejercer un castigo.

La música siempre ha sido señalada de generar muchos de los males de la sociedad: como incitadora a la desobediencia y a la postura antibelica, como lo fue el rock en el tiempo de la guerra de Vietnam o  en años recientes, la degradación de la mujer en géneros musicales no tan bien vistos como el trap y el regaetoon.

Ahora el presidente Puttin le ha declarado la guerra al rap en Rusia, lo acusa de promover las drogas, la violencia y la protesta.

Para el, la música rap es el camino para la degradación de su pueblo.

Por lo pronto ha emprendido una campana en contra de la música rap y la electrónica para boicotear su difusión, prohibir los conciertos y en mayor medida prostituirla hasta convertirla en uno de sus medios de control.

¿Por qué lo hace? La música tiene poder de convocatoria, de hacer pensar a las masas o aletargarlas, melodías se han convertido en himnos generacionales e incluso han servido como declaración de revolución.

El presidente de Rusia tiene miedo: sabe que la música es la voz de un pueblo enfadado, que no soporta más la propaganda oficial, la represión y la muerte para que así no pueda expresar sus opiniones políticas.

La música además de arte, es tambien libertad de expresión.

Afortunadamente en estos tiempos tenemos más de una manera de escuchar música si las autoridades nos prohíben un concierto, sin embargo aún siguen las campañas contra los artistas que se expresan a través de la música, tristemente pronto llegaran a Internet las prohibiciones.

Las mordazas nos serán impuestas mientras por miedo lo sigamos consintiendo.